jueves, 24 de noviembre de 2016

Tenedor de Oro a la Academia de Sommeliers de Venezuela

   Cada año, desde hace más de 10 años, la Academia Venezolana de Gastronomía premia a diferentes actores del mundo gastronómico como un reconocimiento a su trabajo y como un estímulo para que cada día todos aquellos que hacemos vida en este mundo sibarita nos sintamos motivados a ser mejores, a superarnos a nosotros mismos.


   Este premio ha logrado calar en el  mundo gastronómico y es muy esperado y agradecido por quienes lo reciben, puesto que te hace visible al resto de la población incrementando tu popularidad y eso se logra, gracias al prestigio de quien lo otorga.

   Pues bien, este año 2016, la Academia de Sommeliers de Venezuela fue honrada con una mención Tenedor de Oro, premio que nos hace sentir orgullosos pero sobre todo, comprometidos con nuestro oficio, a todos los que hemos cursado estudio en esta casa y hoy ostentamos el título de Sommeliers.

   Este reconocimiento, considero desde mi punto de vista, es un espaldarazo a la labor y la importancia de los sommeliers en el mundo gastronómico.

   Soy de la opinión de que cuando un comensal o un cliente se acerca a un restaurante o a un bodegón, lo hace buscando obtener la mayor satisfacción que se pueda permitir pagar, más en estos tiempos de crisis donde "gastar" en comida y licor se puede considerar un lujo.

   Por tal motivo, los establecimientos están obligados a brindar el mejor servicio posible y eso incluye, en la mejor asesoría para que aquello que vaya a consumir se convierta en una experiencia inolvidable.

   De nada sirve elaborar los platos mas suculentos, exquisitos y hermosos si luego lo acompañamos con cualquier bebida que distorsione el sabor de aquello que con tanto esmero ha preparado el chef.

   Es allí donde el sommelier debe entrar en acción, debe existir una sociedad entre ambos profesionales para que el cliente obtenga la mejor de las experiencias gastronómicas de su vida.

 Agradezco, como sommelier, a la AVG por ese reconocimiento a mi casa de estudio e invito a todos mis colegas a dar lo mejor de nosotros para mantener en alto el compromiso asumido.

   Felicito a Leo D' Adazzio y a Dayana Medina junto a todo el staff de colaboradores de la Academia de Sommeliers de Venezuela por el logro alcanzado invitándolos a cada día ser mejores buscando siempre la excelencia.
Dayana Medina
Leo D'Adazzio


   Por último pero no menos importante, felicito a todos aquellos que este año fueron premiados por la AVG tales como Montemayor Ajíes Artesanales, Ronald Gutmann y Orfila Márquez, Néstor Acuña como el Chef del año y Humberto Arrieti con el premio Armando Scannone.








lunes, 14 de noviembre de 2016

LA CASA DE LAS MIL PUERTAS

     Ya soy Sommelier
Brindando por mi nuevo logro

     Imagínense por un momento que ustedes van  caminando por una  calle y de repente alguien que va a tu lado te señala una espectacular casa, imponente, hermosa y misteriosa. Inmediatamente la curiosidad por conocer el interior de esa casa te invade. Y cada vez que pasas delante de ella te paras a observarla por largo tiempo hasta que un día alguien te dice, "ven puedes pasar" y te abre la puerta principal. Al entrar te consigues con un pintoresco jardín y un porche donde esa persona que abrió la puerta te invita a sentarte y conversar. Las conversaciones se centran en la casa, te describe todo lo que hay dentro de ella y te dice que esa casa tiene mil puertas. Tu curiosidad aumenta, tu deseo de abrir cada una de esas puertas y ver todas esas maravillas que te describen, te arropa.

     Por fin, luego de casi dos años visitando a esa casa, el dueño abre la puerta que comunica al porche con el interior de la casa y te dice "toma la llave, ahora podrás visitarla cuantas veces quieras".

     Pues bien, esto es una analogía de mi vida con el mundo del vino y la carrera de sommelier. Mi padre fue quien primero me habló del vino y me mostró desde afuera lo maravilloso de ese mundo.

     La puerta de esa casa maravillosa que es el mundo del sommelier me la abrió la ACADEMIA DE SOMMELIERS DE VENEZUELA, representada por mi ahora Madrina de Grado, Dayana Medina, Primera Mujer Sommelier de Venezuela, y Leo D´Addazio,fundador y pionero en mi país de la Sommellerie.
Entrada  de la Sede de la Academia de Sommliers de Venezuela, Los Chorros, Caracas

     Los casi dos años de conversaciones en el porche, son las clases que por casi dos años cada dos sábados, recibíamos en la Academia, en su sede en Los Chorros, Caracas y la apertura de la puerta hacia el interior de la casa de mil puertas fue el viernes 11 de noviembre de 2016, cuando presenté mi examen final de este intenso curso.

     Y por qué digo que la sommellerie es una casa de mil puertas? Porque esto no se trata sólo de vinos; como definieron en algún momento, todo se cata, hasta los momentos, las vivencias. Este es un campo muy amplio, la Academia nos ha dado el preámbulo, las herramientas, ya queda en cada uno de nosotros de los que nos hemos iniciado en este arte, ahondar y abrir, como una puerta, nuestra mente a la profundidad del conocimiento del área que más nos interese: tabacos, miel, aceites, destilados, aguas minerales, cervezas, jamones y por supuesto, vinos.

     Por lo pronto, sólo me queda agradecer a la Academia, a todos los facilitadores que nos fueron transmitiendo sus conocimientos tales como Ingrid Robles, Elizabeth Yabrudi, José Pereira, Alberto Burbano, Dayana Medina, Leo D´Addazio y muchos otros más que en este momento se me escapan y a mis entrañables compañeros de estudio y ahora apreciados amigos Nora Aponte, Miguel Angel Moya, Orlando De Abreu, Edgar Frías, Diana Rivero, Magally Mancilla, Alexander Parra, por el tiempo, la dedicación, las horas de estudio, las catas y las experiencias vividas.

Mi Madrina de Promoción Dayana Medina

Mi
grupete de estudio
     Mientras tanto, debo analizar muy bien, de todas las puertas que existen, por cual entraré.

     Gracias por tanto!!