viernes, 4 de diciembre de 2015

HALLACAS Y VINO, LLEGÓ LA NAVIDAD!

Todo aquel que me conoce sabe que Diciembre es mi mes favorito del año. Quizás se deba a que desde pequeña veía el ritual de preparación para celebrar estas fechas, el cual comenzaba con meses de anterioridad.

Mi papá era de la isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, Venezuela, donde funciona el Puerto Libre (quiere decir libre de impuestos) por lo que comprabas las cosas a menor precio que en Caracas, así que cuando íbamos en el mes de agosto de cada año a visitar la familia y pasar las vacaciones escolares, papá aprovechaba y compraba todo el licor que se utilizaría durante esas fechas, vinos, whisky, ponche, ron.

Mi mamá era quien nos hacía la ropa a mi hermana y a mi, así que ella aprovechaba y compraba las telas allá también, para los estrenos del 24 y el 31 de diciembre. Adicionalmente, se conseguían los adornos navideños para decorar la casa en grandes tiendas departamentales de la isla.

Luego, cuando ya llegaba el tan esperado mes, se agregaba otro ritual fundamental en la familia venezolana, la preparación de la hallaca, principal protagonista del plato navideño que se sirve los 24 y 31 de cada año. A la hallaca la acompaña el pernil asado, el pan de jamón y la ensalada de gallina.


Durante los dos días que se utilizan para la elaboración de las hallacas, se respira aire festivo en el hogar, se escuchan gaitas y aguinaldos, toda la familia colabora en su elaboración, unos lavando hojas, otros cortando los aliños, algunos mas amasando la masa de maíz y cocinando el guiso. Cuando el guiso ya esta listo se comienzan a "montar las hallacas" que es extender la masa sobre la hoja de platano, echar el guiso, adornar con pasas, aceitunas y aliños crudos y luego cerrar y amarrar la hallaca. Posteriormente se ponen a sancochar por un período de 30 minutos a 1 hora.

Una vez sancochadas y escurridas viene el proceso del veredicto, la prueba, para determinar si quedaron sabrosas o no. Por último se suscita la eterna competencia de quien hizo las mejores hallacas del año entre familiares y amigos, y por supuesto siempre gana la misma porque "la mejor hallaca la hace mi mamá", sin discusión.

Durante todo ese proceso de elaboración y degustación de la multisápida, el mejor acompañante es un buen vino tinto.


De hecho les comento que como curiosidad se ha determinado que diciembre es el mes donde se realizan más matrimonios,creo que inspirados por esa unión eterna que ha dado la mayor muestra de fidelidad que la de la hallaca y el vino.

En otra entrada les explicaré más detalladamente como preparo mis hallacas, mi pan de jamón y mi pernil, por si se animan a probar. Mientras tanto, sigan disfrutando de este mágico mes.

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